21 de marzo de 2015

DÍA MUNDIAL DE LA POESÍA

Hoy, 21 de marzo se celebra el Día Mundial de la Poesía. Fue propuesto por la UNESCO, hace ya quince años, para invitarnos a reflexionar sobre el lenguaje poético. Por lo tanto, es un buen día para leer un poema.
Algunas propuestas: 
POESIAREN NAZIOARTEKO EGUNA: ez dadila gaurko eguna pasa, olerki bat behinik behin irakurri gabe.                                                                Euskal Poesiaren Ataria
ERATO. Musa de la poesía
J. Poynter, 1870

10 de marzo de 2015

EL RESCATE DE "TRATADO SOBRE LA TOLERANCIA" DE VOLTAIRE

CARTELES EN UN ÁRBOL
REIVINDICAN A VOLTAIRE
Los recientes atentados terroristas despertaron en Francia un rescate inesperado: Tratado sobre la tolerancia, escrito en 1763 por uno de los intelectuales más importantes de la Ilustración: Voltaire. Autor de una frase que recorrió Europa: “Ecrasez l’Infame!”(¡Hay que aplastar al Infame!) -es decir, no tolerar la intolerancia-, su vigencia no ha caducado, lo cual no es muy alentador.
Hoy más que nunca los problemas persisten y resurgen en vista a los fanatismos que cambian vidas por respeto a una tradición. Voltaire, que escribió su tratado como respuesta a los enfrentamientos entre católicos y protestantes, podrá hacer combatir sus ideas en una nueva batalla cuyos protagonistas tienen otro nombre pero el mismo gesto intolerante.
Eso quizás explique por qué en París la venta del clásico aumentó de forma contundente respecto del nivel bajo habitual. Gallimard, que lo edita en formato de bolsillo, aceleró la reedición de 10.000 ejemplares suplementarios para responder a la demanda creciente. Y no sólo eso. Entre los millones de manifestantes que participaron en las marchas en contra de la violencia jihadista hubo, entre otros símbolos, imágenes de Voltaire. En el altar improvisado en el centro de la Plaza de la República con los nombres de los 17 muertos, rodeados de flores, mensajes, cirios y lapiceros también se incluyó su rostro, muy cerca del boulevard que lleva su nombre.
“Para que un gobierno no tenga derecho a castigar los errores de los hombres, es necesario que tales errores no sean crímenes: sólo son crímenes cuando perturban a la sociedad: perturban a la sociedad si inspiran fanatismo; es preciso, por lo tanto, que los hombres empiecen por no ser fanáticos para merecer la tolerancia”, escribió Voltaire, autor de muchas obras que fueron quemadas en la hoguera. “Cuanto menos dogmas, menos disputas; y cuanto menos disputas, menos desgracias; si esto no es verdad, estoy equi­vocado”, ironizó.
Los pensamientos y las acciones se unen en Francia por la senda volteriana para condenar el terrorismo y defender el ideario republicano. Hoy Voltaire será, seguramente, leído con miedo y dolor. Las ideas de la razón tendrán, probablemente, las lecturas más emocionales. Pero tras la masacre, lejos de una sed de venganza, lo que resuena, más allá de todo, son ideas de tolerancia.
En Voltaire y sus rasgos de pensamiento esenciales se une Francia.

4 de marzo de 2015

GERNIKAKO ARBOLA

                 
     Gernikako Arbolari

Atzo Gernikan landatu zuten zugaitzaren ernamuin berria, denok dakigun bezala euskaldunarentzat  sinbologi andia du eta Iparragirren kantuak denok unkitzen gaitu.
Orain dela urte batzuk billatu nuen internetean (non beztela) emakume idasle batek Gernikako arbolari ezkeinitako poesia.
Bera da,  Gertrudis Gomez de Avellaneda.Cuban jaioa 1814ean idaslea eta poeta, femenismoa ekarri zuen Espaniara eta bere garaian ospe aundia izan zuen hispanoamerica osoan.
"LA REGENTA" Irakurtzen ari gara eta Gertrudis G. de Avellaneda garai honetan, Isabel II ren atzetik hurrengoa emakumetan boteretzuena homen zen.Bere biografia oso intersgarria, da nahiz eta ezin dena hemen erakutzi.


Hemen poesia:

¡Me hallo en Guernica! Ese árbol que contemplo,
Padrón es de alta gloria
De un pueblo ilustre interesante historia
De augusta libertad sencillo templo,
Que -al mundo dando ejemplo-
Del patrio amor consagra la memoria.
Piérdese en noche de los tiempos densa
Su origen venerable;
Mas, ¿qué siglo evocar que no nos hable
De hechos ligados a su vida inmensa,
Que en sí sola condensa
La de una raza antigua e indomable?
Se transforman doquier las sociedades;
Pasan generaciones;
Caducan leyes; húndense naciones
Y el árbol de las vascas libertades
A futuras edades
Trasmite fiel sus santas tradiciones.
Siempre inmutables son, bajo este cielo,
Costumbres, ley, idioma.
¡Las invencibles águilas de Roma
Aquí abatieron su atrevido vuelo,
Y aquí luctuoso velo
Cubrió la media luna de Mahoma!
Nunca abrigaron mercenarias greyes
Las ramas seculares,
Que a Vizcaya cobijan tutelares;
Y a cuya sombra poderosos reyes
Democráticas leyes
Juraban ante jueces populares.
¡Salve, roble inmortal! Cuando te nombra
Respetuoso mi acento,
Y en ti se fija ufano el pensamiento,
Me parece crecer bajo tu sombra,
Y en tu florida alfombra
Con lícita altivez la planta asiento.
¡Salve! La humana dignidad se encumbra
En esta tierra noble
Que tú proteges, perdurable roble,
Que el sol sereno de Vizcaya alumbra,
Y do el Cosnoaga inmoble
Llega a tus pies en colosal penumbra!
¿En dónde hallar un corazón tan frío,
Que a tu aspecto no lata,
Sintiendo que se enciende y se dilata?
¿Quién de tu nombre ignora el poderío,
O en su desdén impío,
Tu vejez santa con amor no acata?
Allá desde el retiro silencioso
Donde del hombre huía
-Al par que sus derechos defendía-,
Del de Ginebra pensador fogoso,
Con vuelo poderoso,
Llegaba a ti la inquieta fantasía;
Y arrebatado en entusiasmo ardiente
-Pues nunca helarlo pudo
De injusta suerte el ímpetu sañudo-,
Postró a tu austera majestad la frente
Y en página elocuente
Supo dejarte un inmortal saludo.
La Convención Francesa, de su seno
Ve a un tribuno afamado,
Levantarse de súbito, inspirado,
A bendecirte, de emociones lleno
Y del aplauso al trueno
Retiembla al punto el artesón dorado.
Lo antigua que es la libertad proclamas,
-¡Tú eres su monumento!-
Por eso cuando agita raudo viento
La secular belleza de tus ramas,
Pienso que en mí derramas
De aquel genio divino el ígneo aliento.
Cual signo suyo mi alma te venera,
Y cuando aquí me humillo
De tu vejez ante el eterno brillo,
Recuerdo, roble augusto, que doquiera
Que el numen sacro impera,
Un árbol es su símbolo sencillo.

Mas, ¡ah!, ¡silencio! El sol desaparece
Tras la cumbre vecina,
Que va envolviendo pálida neblina...
Se enluta el cielo, el aire se adormece,
Tu sombra crece y crece...
¡Y sola aquí tu majestad domina!